Capítulo 1'5 | Los Kiwi Skins

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…El primer Kiwi-Skin cobraba vida, a la vez que se le iba dibujando como a trazo de cómic, una hilera de picudos dientes… Ojos no se le formaron, pues veía con los oídos, como los murciélagos. Ahora el kiwi tenía un aspecto parecido a un Critter calvo, aunque Gillette Despelusá no se parecía mucho a Leonardo DiCaprio, pero todo eso no importó. Estaba atónito, y el Kiwi-Skin Comenzó a forzar horrendos sonidos guturales que rayaban lo puntiagudo; Gillette al igual que Odiseo, habilidoso en el ardid y la artimaña que atrapa como araña en su telaraña, se apresuró a decirle al Kiwi-Skin: Yo, Soy Tu Padre. Extraño suceso fue este, pues lo dijo mientras se le escapaba un eructo largo. Estas palabras quedarían grabadas en las más primitivas capas del subconsciente de Kiwi-Skin 01.

Las siguientes palabras que escuchó Kiwi-Skin 01 de su padre fueron: “sta cirruebdi oir ek oasi” que en un principio no significaban nada más que el balbuceo nervioso del perturbado genio casual al intentar descifrar la electroestáticamente cargada fórmula matemático-bioquímica fuente de tal milagro, pero que más tarde se convertirían en la contraseña secreta de los KiwiSkins… “sta cirruebdi oir ek oasi”… estas palabras tenían algo oculto en ellas que iba más allá de un simple tartamudeo ocasional... o la contraseña secreta de tales seres ¡Y no precisamente por su semejanza fonética con el Euskera!, aunque también.

Gillette Despelusá trataba de averiguar la causa de tal extraordinario suceso, las fórmulas de física algebraica se sucedían y KiwiSkin 01 aprendía, pues era listo.

Escucha bien hijo mío y aprende, que no voy a vivir siempre. KiwiSkin 01 atendía con atención. Evidentemente Gillette no sabía lo que decía…

Para hallar la causa de tu nacimiento es preciso conocer la potencia relativa del rayo que capturé, y que ahora habita en tu interior (KiwiSkin se sentía vigoroso y con poderes mágicos al escuchar tales afirmaciones). Entonces Gillette señaló orgulloso una vieja y enorme foto que colgaba en la pared del habitáculo y dijo: Gracias a los datos ofrecidos por el Tester de mi papá que era electricista podremos averiguar la potencia relativa aplicando su fórmula, que aprendí de un documental de La 2 de Televisión Española (la cual nadie veía, pero Gillette Despelusá, antes conocido como Armando Jaleo o Armando de La Pley: Si. Sí que la veía.):

 

 

Tras muchos quebraderos de cabeza y cálculos inconclusos concluyeron que, como bien dijo Tristán Tzara, en la convergencia de dos líneas paralelas se encontraba la solución, y esta era igual a… ¡7.777’7 periódico! ¡Qué paradoja! ¡Qué remolino orgásmico de neuronas como esperma!

Y así… con ese saber existencial ya alcanzado Gillette y KiwiSkin 01 decidieron crear semejantes… al principio lo intentaron con la clonación, pero a KiwiSkin 01 no le gustaba mucho la idea esa de no ser el único, además temía que luego le llamasen Ovejita Dolly, pues ya era conocedor de la historia de su padre… Como solución decidieron repetir el proceso creativo e invocar la mayor tormenta que jamás pisara la faz de la tierra, pues así ocurría en la peli Powder, ellos habían visto Powder en video, pues la habían alquilado en el videoclub. A KiwiSkin 01 le gustaba sentirse como Powder por eso de los rayos y los poderes mentales. Él Quería ser Powder. Además, Powder era albino y eso estaba bien, pues iba en contra de los judíos; En contra de Cerade Mayor Oreja.

Los judíos eran Malos, pues Cerade Mayor Oreja era judía y se había portado mal con su padre… ¡Cerade Mayor Oreja era la enemiga! No conocía más casos de judíos, pero por lógica estadística todos eran iguales.

Según las teorías de Stanislavsky y otras que se sacaron de la manga sobre la sugestión, KiwiSkin 01 fue concentrándose en atraer la tormenta generando electricidad estática. Estaba todo listo: Los Kiwis afeitados, los pararrayos dispuestos, sillas de mimbre plagiadas de la original, Gillette Despelusá para afianzar su identidad, por motivos militares y para recuperarse del trauma decidió llamarse Armando del Pelotón … Ya estaba todo dispuesto para el experimento.

En la calle, por la decadente ciudadela a la que nunca llegaba el sol, los ciudadanos iban de un lado a otro acompañados de su fiel compañero, inseparable Estrés. Las primeras gotas de las lluvias ácidas que azoran a los esqueletos de los árboles que ajardinan la ciudad, declaraban la inminente tormenta… y se escuchaban las voces nerviosas de la gente y sus reproches al hombre del tiempo y sus partes meteorológicos.

Parecían raíces los obscuros relámpagos… como si fuera agua, buscaban a Kiwiskin 01. Los truenos tremendos partían el cielo y los oídos de las gentes que huían despavoridas de la tormenta eléctrica; de vez en cuando a través del tragaluz, caía alguna víscera calcinada… como calcinados quedaron los kiwis del fallido experimento.

La tristeza invadió el corazón de padre e hijo como un eclipse deforme… ¡Entonces Armando del Pelotón, dentro de un momento de gran emotividad prometió a su hijo en un acto tan solemne como jurar bandera! que descubriría el proceso de la “¡¡¡Transformación Kiwi!!!” Aunque ello le costase la vida.

Evidentemente, Armando del Pelotón, antes conocido como Gillette Despelusá y más antes todavía, conocido como Armando Jaleo o Armando de La Pley: No, no sabía lo que decía… y KiwiSkin 01 atendía con atención…